Cris se casó cuando las cosas volvían a la normalidad tras la pandemia. Podríamos bautizarla como “la novia de la eterna sonrisa” de la que me declaro fan total.

Cris no suele maquillarse pero en su boda quería ser su mejor versión y confió ciegamente en mí. Su mayor preocupación siempre ha sido la dermatitis que sufre y las manchitas del rostro, nada que trabajando con mucho cariño no tenga solución.

A mí me encantan sus ojazos y a ella, como me dijo en la prueba de maquillaje, “el rojito del sol en los mofletes”. Para su gran día, elegí una piel jugosa marcando la mirada con un elegante delineado y pestañas postizas, del rostro eliminamos las manchitas y usé una mezcla de coloretes amarronados buscando la naturalidad y en los labios un suave nude.

¡Los novios estuvieron pletóricos y no pararon de disfrutar y sonreír de principio a fin!

Fotografía: The Nomads
Maquillaje: Mariquilla Make Up
Vestido de la novia: Miguel Crespí
Localización: El Pendolero

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